Estudio de Francés (1992)

Intenté escribir poesía en el margen de mi libro de francés, pero lo llené de palabras caducas y líneas aguachentas que no decían nada... por ahí un suave rocío, una brisa primaveral que no supe entrelazar.

Hice que el rocío me empapara el pelo y que la brisa corriera la maratón desde el mar hacia mi cara, pero al llegar se perdió en mis facciones y a los dos días escapó por mi lacrimal.
Mi llanto fua la música de fondo de mi lección de francés, que se convirtió en un monólogo que con el ruido, nadie pudo comprender.

Me saqué un tres.